Foto de Leopoldo Lugones
Biografía de Leopoldo Lugones
(Villa
María del Río Seco, Argentina, 1874 - Buenos Aires, 1938) Poeta argentino.
Hombre de vasta cultura, fue el máximo exponente del modernismo argentino y una
de las figuras más influyentes de la literatura iberoamericana.
Pasó la niñez y la adolescencia en su tierra
natal, y tras breve temporada en Santiago del Estero, se estableció en Buenos
Aires en 1895. Trabajó en el diario El Tiempo y en 1897 fundó, con José
Ingenieros, La Montaña, periódico socialista revolucionario. Tras algunos
empleos menores, llegó a la dirección de la Biblioteca Nacional de Maestros.
Hizo varios viajes a Europa y residió en París de 1911 a 1914. Colaboró en La
Nación y obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1926. En 1928 fundó la
Sociedad Argentina de Escritores. Su apoyo al golpe de Estado de 1930, la
posterior desilusión que éste le produjo y quizás una profunda crisis
sentimental lo llevaron a una depresión que culminó en su suicidio.
Es de destacar su particular evolución
política. Se inició como un firme partidario de la ideología socialista, cuya
introducción en Argentina se debe, en parte, a sus primeras soflamas políticas.
Sin embargo, poco a poco fue retrocediendo hacia posturas más conservadoras:
tras un breve período de adscripción al pensamiento liberal, se inclinó
decididamente hacia la derecha y acabó convertido en uno de los principales
valedores del fascismo argentino, sobre todo a partir de 1924, fecha en la que
proclamó que había llegado "la hora de la espada". Seis años después,
ya consagrado como una de las cabezas pensantes del movimiento reaccionario
austral, colaboró activamente con el golpe de estado militar del general José
Félix Uriburu (6 de septiembre de 1930).
Como poeta, Leopoldo Lugones irrumpió en el
panorama literario argentino con el poemario Los mundos (1893), que pasó
prácticamente inadvertido. Su encuentro con Rubén Darío, en Buenos Aires, en
1896, fue decisivo para reorientar la poesía de Lugones. El retoricismo de Las
montañas de oro (1897) no tardó en ser sustituido por el tono irónico,
extravagante e imaginativo de Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario
sentimental (1909).
En ambos libros se respira una atmósfera
refinada y decadente, plena de languidez y elegancia modernistas, dentro de una
corriente estética claramente influida por la creación de Rubén Darío. Su
estilo se distingue por su originalidad creadora, y la precisión y la belleza
lírica de sus versos.
A partir de 1910 Leopoldo Lugones cambió de
registro poético para centrarse en una exaltación de su tierra y sus gentes
(Odas seculares, 1910). Posteriormente, los asuntos cotidianos, vistos al
trasluz de una rutina íntima, se convirtieron en el objeto de su siguiente
entrega poética, titulada El libro fiel (1912), obra a la que siguieron otros
poemarios como El libro de los paisajes (1917), Las horas doradas (1922) y
Romancero (1924). Al final de su trayectoria poética, Lugones se decantó por el
cultivo de una poesía narrativa: Poemas solariegos (1927) y Romances del Río
Seco (que vio la luz, póstumamente, en 1938).
En su faceta de narrador, Lugones sobresalió
principalmente por sus relatos, recogidos en Las fuerzas extrañas (1906), La
torre de Casandra (1919),Cuentos fatales (1924) y La patria fuerte (1933). En
muchas de estas narraciones breves, Lugones ensayó diferentes acercamientos
fantásticos que pueden considerarse precursores de los mejores relatos de
algunos de los más grandes cultivadores de este difícil género, como Horacio
Quiroga, Jorge Luis Borges (uno de los mayores admiradores de Lugones) y Julio
Cortázar.
Publicó además dos novelas espléndidas: un
relato histórico sobre la guerra de la independencia, titulado La guerra gaucha
(1905), y unas meditaciones esotéricas que, en forma de novela teosófica,
aparecieron bajo el título de El ángel de la sombra(1926). En la década de los
años cuarenta, La guerra gaucha fue objeto de una versión cinematográfica que
se convirtió en uno de los principales referentes del cine argentino de su
tiempo.
También brilló Leopoldo Lugones en su
condición de ensayista, faceta en la que dejó algunos títulos tan relevantes
como El imperio jesuítico (1904), Las limaduras de Hephaestos (1910) e Historia
de Sarmiento (1911). Las conferencias sobre el Martín Fierro de José Hernández,
obra que leyó como poema épico, reunidas en El payador (1916), constituyen sin
duda un hito en la interpretación de la literatura gauchesca. Además, dejó
testimonio impreso de las constantes mutaciones de su pensamiento político,
plasmadas en Mi beligerancia y La grande Argentina.
Obra
Poesía
- Los mundos (1893)
- Las montañas del oro (1897)
- Los crepúsculos del jardín (1905)
- Lunario sentimental (1909)
- Odas seculares (1910)
- El libro fiel (1912)
- El libro de los paisajes (1917)
- Las horas doradas (1922)
- Romancero (1924)
- Poemas solariegos (1927)
- La copa de jade (1935)
- Romances del Río Seco (1938)
- Obras poéticas completas (1952)
Narrativa
- La guerra gaucha, (1905)
- Las fuerzas extrañas, (1906)
- Cuentos fatales, (1926)
- El Hombre Muerto (1907) publicado por la revista Caras y Caretas.
- El Ángel de la Sombra (su única novela, 1926)
Otros
escritos
- Piedras Liminares (1910)
- Prometeo, un proscripto del sol (1910)
- Didáctica (Lugones)|Didáctica (1910)
- Historia de Sarmiento (1911)
- Elogio de Ameghino (1915)
- El problema feminista (1916)
- Mi beligerancia (1917)
- Las industrias de Atenas (1919)
- La torre de Casandra (1919)
- Rubén Darío (1919)
- El tamaño del espacio (1921)
- Estudios helénicos, incluye:
- Estudios helénicos (1923)
- La dama de la Odisea (1924)
- Héctor el domador (1924)
- Nuevos estudios helénicos (1928)
- Acción, las cuatro conferencias patrióticas del Coliseo
- La organización de la paz (1925)
- Elogio de Leonardo (1925)
- La grande Argentina (1930)
- La patria fuerte (1930)
- Política revolucionaria (1931)
- El estado equitativo: ensayo sobre la realidad argentina (1932)
- Roca (1938)