abril 25, 2013

Biografia de El Arcipreste de Hita

Foto de El Arcipreste de Hita
Biografía de El Arcipreste de Hita
Juan Ruiz, mejor conocido por el Arcipreste de Hita, vivió a mediados del siglo XIV, de acuerdo a los datos cronológicos de las publicaciones de sus libros, nunca pudo concretarse el año de nacimiento ni el de su muerte, ni siquiera pudo ubicarse el lugar exacto de su nacimiento, aunque los historiadores han situado su nacimiento en Alcalá de Henares y otros en la ciudad de Guadalajara.
Fue clérigo y ejerció de arcipreste en Hita, provincia de Guadalajara. Se conocen muy pocos datos de su biografía, apenas su nombre y el de uno de los protagonistas de su libro, Ferrán García, en un documento de un cedulario que se conserva en la catedral de Toledo.
Escribió el Libro de buen amor. Este libro encierra una protesta de tipo goliardesco frente a la postura integrista de ese prelado, que pretendía extender a su diócesis la doctrina papal del celibato obligatorio, frente a la tradición hispánica de la barraganía o contrato de convivencia de un sacerdote con una mujer, más asentada en un territorio multicultural como era la diócesis de Toledo, antaño fuente de la herejía del adopcionismo de Elipando, engendrada por la convivencia entre judíos, moros y cristianos. Así se expresa en la "Cántiga de los clérigos de Talavera" incluida en dicho libro, donde se protesta airadamente contra las disposiciones del arzobispo contra la barraganía en la archidiócesis. Tal protesta fue la que pudo acarrearle la prisión por parte del arzobispo. Esta postura crítica hacia el alto clero, así como el restante contenido desenfadado y crítico de su libro, le emparenta con la literatura goliardesca.
Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, se considera como el primer poeta lírico español, con una manifiesta y vasta cultura, con un lenguaje rico, que gusta de acumular sinónimos parciales y repetir el mismo concepto de distintas maneras, recursos que se relacionan con la técnica del sermón. Su lenguaje es popular y coloquial, muy vivo y creador, e incluye frases hechas del árabe andalusí de su día. Su obra demuestra un profundo conocimiento de las pasiones humanas y se caracteriza por un portentoso balance entre la delicadeza y osadía.
Su obra refleja el multiculturalismo del Toledo de su época. Entre las múltiples influencias literarias que se encuentran en los versos del Arcipreste se nombra el género de narrativa en prosa rimada, la macama, cultivada por varios autores peninsulares en árabe y hebreo durante los siglos XII-XIV.
Del Libro de buen amor existen tres códices: el de Salamanca o S, hoy en la Real Biblioteca, y considerado el mejor de este prodigioso poema. Los otros dos códices son el de la Real Academia Española, conocido como códice de Gayoso o G, y el de Toledo o T. El poema consta de 1.728 estrofas y es una colección heterogénea de diversos materiales unidos en torno a una pretendida autobiografía amorosa del propio autor, en la que aparecen representadas a través de sus amantes todas las capas de la sociedad medieval española. Así, se recogen composiciones líricas profanas (serranillas, muchas veces paródicas) al lado de otras religiosas, fábulas, apólogos, glosas al Ars amandi de Ovidio y del Panphilus de amore, parodias de la liturgia de las horas canónicas o de los cantares de gesta (el combate de don Carnal con doña Cuaresma), plantos como el hecho a la muerte de Trotaconventos, personaje que constituye el precedente más claro de La Celestina, sátiras como las dirigidas contra las dueñas chicas o el poder igualador del dinero, alegorías, moralidades, sermones, cantigas de ciegos y de escolares, etc.
Más que ninguno de los demás poetas predecesores o contemporáneos suyos, maese Juan Ruiz puede ser considerado como padre de la poesía castellana, pues antes de él, estaba sometida a influencias latinas y fue el primero en emplear variedad de metros amén de haber abandonado los temas históricos o religiosos, para producir algo más personal y lírico, que se distanciase del obligado poema épico. Pero su principal mérito consiste en haber sido el primero en cultivar el género festivo y humorístico.