abril 29, 2013

Biografia de M. de Zequeira y Arango

 Foto de M. de Zequeira y Arango
 Biografía de M. de Zequeira y Arango
Manuel de Zequeira y Arango (28 de agosto de 1764, La Habana, Cuba - 19 de abril de 1846, La Habana, Cuba) fue un poeta, periodista y militar cubano.

Biografía
En 1774 entró a estudiar en el Seminario de San Carlos, donde trabó amistad con el padre Varela. Como militar, llegó a alcanzar el grado de coronel de infantería. En su faceta periodística, fue el primer director del diario Papel Periódico de La Habana.
Como poeta, cultivó tanto el soneto como la décima o espinela, un tipo de estrofa muy popular entre sus contemporáneos.3 Su poema La Ronda se considera precursor de muchas tendencias y movimientos literarios posteriores, como es el caso del surrealismo y otras vanguardias del siglo XX.
A principios del siglo XIX, fundó El Criticón de La Habana, una publicación que en ocasiones solía escribir el propio Zequeira en su integridad. En sus artículos abogó por la literatura como una vía eficiente para la reforma social, haciendo también con su prosa humorística y refinada ironía una crítica de la sociedad de su época.
Manuel de Zequeira y Arango falleció en La Habana el 19 de abril de 1846.

Su Obra
Está considerado como el primer poeta cubano, no en el sentido cronológico (honor reservado a Silvestre de Balboa), sino en el simbólico, por su calidad y vocación líricas, y por el conocimiento consciente de su instrumento poético.
Desde 1780, entró a estudiar la carrera de las armas, sirviendo de cadete en el regimiento de infantería de Soria. La primera edición de las poesías de Zequeira se publicó en Nueva York, por un paisano suyo, con el título Poesías del Coronel D. Manuel de Zequeira y Arango. Esa edición fue hecha por Félix Varela.
Se le denomina también como el primer poeta de vocación mantenida. Recrea la décima dándole un tratamiento más culto, sin perder su gracia natural. Al igual que Rubalcava es un excelente sonetista. En La Ilusión nos da una prueba magistral de su conocimiento del soneto. Asimismo en sus poemas se observa el moroso tratamiento mitológico de nuestra naturaleza, defendiendo la calidad de lo cubano. Los últimos años de su vida los pasó sumido en estado de locura.